Levanto ese manto de oscuridad
Que cubre el desamparo
De los seres que me miran a través de los barrotes
En ese desahucio que la vida les preparó
En una trampa de singular sutileza
Y en el camino desandado
Donde las alegrías escondidas quieren florecer de nuevo
Dando a los campos el aire de primavera
Oculto en la tierra mojada
Deshago mi equipaje
Dejo a la lluvia empapar mis soledades
Y recibo la semilla que prenderá en mí
Huyendo del invierno
En las alas de los ruiseñores.
He escuchado la canción del azahar
Entonar sus melodías de abril
Sobre la ciudad, y mi piel
Se dejó acariciar por sus pétalos
Como un renacer de junio
Entre los visillos de niebla
Y el sol ardiente de los mediodías.
Quisiera volver,
Andar por las sendas de antaño
Cuando la primavera se posaba despacio
Sobre el telar de los sueños
Y tejía sin cesar entre las luces doradas de los ocasos
Promesas de futuros y jazmines.
Hoy he visto luces en el horizonte
Y gaviotas que gritan tierra
Cuando las olas se aquietan
Entre los claros del mar.
Y sigo
Escuchando el eco de mil dioses
Que llevan en sus fauces las promesas
Para arrojármelas como ofrendas a los pies.
Melancólico y tenue. Un paisaje nostálgico.
Muy motivador a la vez. Me gusta.